La propietaria de un bar de Allariz reclama 200.000 euros y cinco años de prisión para un empresario de máquinas recreativas por un delito de apropiación indebida por supuestamente quedarse con parte de la recaudación mensual a través de una contadora de monedas “manipulada”. La acusación particular se dirige contra Isaac P.D. y Mario L.L., encargados de realizar las cuentas a final de mes en el negocio familiar que Marisol Pardo abrió en 1999 y en el que instaló un futbolín y una tragaperras. El primero se enfrenta a una petición de condena de cinco años de prisión, y el segundo a cuatro años. La vista se celebrará el 10 de octubre en la Audiencia sin que el fiscal haya elevado escrito de acusación.